“El Madrid tiene que venir a tope”

VALVERDE confía en los suyos a pesar de la motivación blanca

La pelea por ser cuarto en la Liga necesita de un refrendo de importancia. Y el Athletic lo quiere conseguir ante un Real Madrid que se le da muy bien a Valverde, que todavía no ha perdido como local cuando se mide al conjunto blanco. En su primera etapa como entrenador del Athletic, las dos visitas del Madrid acabaron con sendas victorias de los del viejo San Mamés. De aquel Athletic solo quedan Iraola y Gurpegui. En el lado visitante, Casillas y Diego López, que fue suplente en uno de los dos partidos. El Txingurri apuesta fuerte: “Es un partido que da pie para todo. Es un encuentro que levanta gran expectación en Bilbao y que a nosotros nos da la ocasión de reafirmarnos y mostrarnos en lo que estamos haciendo”.

El preparador rojiblanco fue contundente al remarcar: “Nunca es buen momento para jugar contra el Real Madrid, que es un equipo que impone. Es uno de esos equipos que no ha convertido en nada extraño lo de encadenar triunfos y en su caso viene de hacer un enero inmaculado. Pero bueno, nosotros también estamos bien y tenemos obligación con este partido. Hemos dado una buena medida en San Mamés, hemos plantado cara y ahora queremos seguir respondiendo a esa expectativa”.

El tipo de juego del rival le tiene en guardia porque tiene mucho talento desperdigado por el campo, sobre todo en la parte delantera: “Hay ocasiones en las que te permite un cierto dominio, pero es algo engañoso. A menudo, cuanto más cerca crees que estás de superarle, ellos te hacen gol”.

La derrota del Barcelona fija un horizonte muy claro para un Real Madrid: “Tiene que venir a tope y de la misma manera nos lo vamos a tomar nosotros. Sabemos que ellos van a dar lo mejor de sí mismos y nosotros necesitamos de un partido redondo”. El técnico cree que pese a las últimas lluvias y al trajín del césped en una semana muy intensa, el campo no acusará el invierno: “Al inicio hubo algunos problemas con la hierba,porque no se había asentado y nos resbalábamos. Fue el hándicap de un campo nuevo y puesto muy rápido. No creo que el agua le venga nada mal”.