“Vencer o morir”. Así rezaba el escueto telegrama que Benito Mussolini envió a los integrantes de la selección de Italia el día de la final del Mundial de 1938. Los soldados italianos cumplieron su misión y ganaron 4-2 a Hungría. Hoy en Cornellà el Madrid se aferra también a este castrense lema, atribuido a Leónidas en las Termópilas, para acercarse a los líderes de la Liga.
El empate del Calderón pone la Liga en bandeja a los blancos. Si ganan al Espanyol, las cuentas de Ancelotti por fin empezarán a cuadrar. El técnico italiano lo sabe y por eso no se guardará nada. Ni descansos, ni rotaciones. Pondrá sobre el césped de Cornellà todo lo que tiene, sin contar los lesionados de larga duración Khedira y Varane, además del revulsivo Jesé, que se quedó en Madrid por precaución después de la sobrecarga en el sóleo que sufrió ante Osasuna.
Carletto sabe que hoy puede acabar la primera vuelta a tres puntos tanto del Barcelona como del Atlético y por eso no quiere concesiones. Jugará Diego López, el portero de la Liga. En la defensa estarán Carvajal, Pepe, Ramos y Marcelo. Por delante, Alonso y Modric al comando, con Isco en la mediapunta. Arriba, otra vez la BBC: Bale, Benzema y Cristiano.
Un Espanyol con bajas
El Espanyol, por su parte, recibe al Real Madrid en un momento especialmente delicado. Por un lado, no podrá contar con su delantero de referencia y único jugador de campo que había disputado todos los encuentros: Sergio García, que está sancionado. Jhon Córdoba será el único ariete. Javier Aguirre, castigado también por Competición, cambiará el esquema y no jugará con dos puntas. Además, todo apunta a que alineará un trivote en el que tampoco estará otro fijo, David López.
Por otro, el equipo va a cerrar la primera vuelta sin regularidad. Su camino es titubeante y Cornellà empieza a impacientarse. La derrota en Copa ante el Alcorcón ha acabado con la paciencia de la familia perica, consciente, no obstante, de que puntuar ante el Madrid es casi una quimera.
Eso sí, el Espanyol es un equipo tan imprevisible que puede presumir de ser el único que ha ganado al Atlético hasta el momento. El ambiente del vestuario anda, además, un tanto enrarecido con el castigo a Thievy por indisciplina y el anuncio de la entidad catalana de que el joven delantero francés, que ahora sufre ansiedad, está en el mercado a la espera de una salida, ya sea como traspasado o cedido.