El Bernabéu ya empezaba a echar de menos a Ronaldo. Su vuelta mañana frente al Celta es sin duda el mejor regalo de Reyes para la afición. Habrán pasado prácticamente dos meses desde su último partido en casa, concretamente, el pasado 9 de noviembre ante la Real Sociedad. El luso se marchó con un hat-trick incluido, pero después se ha encontrado con un puñado de obstáculos que le han impedido regresar al Bernabéu.
Tras aquel encuentro, Ronaldo se marchó a jugar la repesca con Portugal. Fue el héroe de su país, pero tras aquella paliza jugó en Almería y llegó la lesión. Ronaldo pagó el esfuerzo y se perdió los tres partidos de casa que se dispuraron en el mes de diciembre: los dos primeros, Galatasaray y Valladolid, por la lesión muscular, mientras que la vuelta de Copa ante el Olímpic de Xàtiva cumplió el segundo partido de sanción por su expulsión en la final de Copa.
Cristiano ha jugado los partidos fuera de casa frente a Valencia y Osasuna, pero el Bernabéu lleva tiempo sin ver a su estrella. Es por tanto el primer partido de 2014 ante su afición. Un año que promete para Cristiano. En una semana sabrá si ha ganado el Balón de Oro, pero queda por delante una temporada llena de retos, empezando con el Real Madrid.
CR7 espera que por fin este año la Champions con el Madrid sea una realidad. Ha ganado una Copa y una Liga, pero para un jugador de su talla falta en las vitrinas una Champions además de la que ya tiene con el United. Después de firmar su renovación con el club blanco hasta 2018 a razón de 17 millones al año, su reto pendiente es levantar la Décima con el Real Madrid. A nivel personal, también alcanzar a Raúl como el mejor goleador de la historia del club.
A nivel de selección, Cristiano espera escribir su nombre en la historia de los Mundiales en Brasil. Portugal tiene un grupo más que complicado, pero el madridista también es ambicioso.