Vuelve Xabi Alonso 165 días después. Vuelve uno de esos jugadores que cabalga entre la categoría de los imprescindibles y de los indispensables, al menos para los equipos en los que juega. A saber, Real Madrid y selección.
El temor-clamor que durante las últimas temporadas sobrevoló el Bernabéu se hizo triste realidad. Se lesionó Xabi, el hombre que no tenía un recambio de garantía en aquella plantilla de Mourinho ni, por lo visto en lo que va de temporada, tampoco en esta de Ancelotti.
Ahora se atisba un relevo interesante en Illarra, pero su percance de principio de temporada y su lógico periodo de adaptación a un entorno distinto no le han permitido demostrar toda la capacidad futbolística que lleva dentro, que es mucha.
Mediocentro único
Xabi vuelve para recuperar el mando del equipo. El liderazgo en el centro del campo. En esa sala de maniobras tácticas donde se deciden gran parte de los partidos. Una de sus grandes virtudes es que hace correr el balón y permite una salida rápida desde atrás, una de las obsesiones del técnico italiano, que no quiere transiciones lentas. Las prefiere elaboradas pero rápidas.Otra de las facetas que Xabi inyecta en el equipo es la profundidad. Su sentido perpendicular del juego. Sus pases interiores, milimétricamente lanzados, buscan huecos y encuentran espacios entre las defensas rivales.
Con Mourinho tuvo que compartir línea con Lass y con Khedira en la figura del doble mediocentro. E incluso en ocasiones convivió con un tercer compañero en el inolvidable “triángulo de presión alta”.
Él se las arreglaba, casi siempre, para marcar la diferencia. Para retrasarse entre los centrales y comenzar la circulación del balón bien en corto o en largo, donde sus precisos desplazamientos son un recurso más que interesante para su equipo cuando el enemigo aprieta arriba.
Ahora parece que si Ancelotti insiste con el 1-4-3-3 actuará como mediocentro único. Es decir, como eje-faro indiscutible de la zona de creación. Será el primer eslabón de la transición defensa-ataque y tendrá a sus lados a dos volantes de ida y vuelta.
Illarramendi, incompatible
La idea que tiene hoy Ancelotti es que los dos interiores titulares que escolten a Xabi sean Khedira y Modric. El alemán gana enteros poco a poco. Viene a ser el Gattuso que tuvo en el Milan. Suyo será el trabajo sucio y Modric ayudará más a Xabi en la canalización. Isco es la alternativa a Khedira y Modric y sus opciones entran en escena en partidos de planteamientos netamente ofensivos y jugaría indistintamente por cualquiera de los dos interiores. Actualmente su problema es físico. Ha acusado el fuerte ritmo con el que comenzó el curso.
Por el contrario, Carlo considera que Illarramendi debe ser el recambio natural de Xabi cuando este no juegue. Será difícil verlos jugar a los dos juntos, salvo cuando cambie de sistema y se disponga en el 1-4-4-2, que ya ha utilizado en varios partidos esta temporada. Entonces sí, Illarra y Xabi pueden ser los dos mediocentros con dos jugadores más ofensivos en los costados.
El Real Madrid suma en lo que llevamos de temporada 11 goles encajados, una cifra mucho más alta que en anteriores campañas. Buena parte de los mismos los ha recibido en los primeros 20 minutos de encuentro. En esta fase inicial de los choques, Diego López ha sido batido en cinco ocasiones. Molina, Cani, Lafita, Diego Costa y Neymar, en el minuto 18 del Clásico del pasado sábado pusieron en desventaja al Real Madrid en el marcador. e intentar una remontada que no se materializó ante Atlético, Villarreal y Barcelona. En ese tramo de encuentro, Ronaldo y compañía sólo han marcado dos goles.
Y si el inicio de los encuentros es negativo para los blancos, en el cuarto de hora final de los mismos ha recibido hasta ahora otros cuatro goles, destacando entre ellos el logrado por Alexis que significó la derrota ante el Barcelona. Los de Ibai, Boakye y El Zhar no supusieron merma de puntos para los del Bernabéu. Mientras, entre los minutos 21 y 74, el Real Madrid solo ha encajado dos goles, por los 11 (de los 20) que lleva materializados.