Mourinho le ha pedido a sus jugadores que afronten el partido en Balaídos con la misma motivación que si estuviera enfrente el Barcelona o el Mancheter United. Con este mensaje quiere transmitir a los convocados que no permite la relajación.
En el Madrid calificaban ayer este partido como una cita peligrosa por la necesidad que tiene el Celta de sumar los tres puntos y por la pereza que puede suponer este compromiso. Después del esfuerzo físico y, sobre todo mental, que ha tenido que hacer la plantilla y los días de tensión que han pasado con las citas del Camp Nou y Old Trafford, el de hoy es un día propicio para que aparezca la relajación.
El entrenador les ha puesto en alerta y ayer ya deslizó algunas palabras a sus jugadores. “Vamos a pensar en el Celta, que no quiero que se baje el pistón”, comentó.
Hay que encontrar nuevos retos hasta que llegue la disputa de las semifinales de la Champions. El primero, el más inmediato, es que el Real Madrid está a dos puntos del Atlético de Madrid y hoy juega antes que el equipo del Cholo.
Ganar supondría meter presión a los rojiblancos. Y eso es lo que pretende meterle Mourinho a sus jugadores en la cabeza. Hay que dar la cara en la Liga y asaltar el segundo puesto.